viernes, 15 de julio de 2011

SUCESOS

Se reporta el hallazgo de una nueva osamenta que podria ser milenaria en las cercanias de Las Cuevas de Talgua en Catacamas Olancho.
El descubrimiento lo hicieron dos personas que trabajaban con maquinaria pesada , a kilómetro y medio del famoso sitio, de Las Cuevas de Talgua donde permanecen aún las denominadas “Calaveras Luminosas”, de 3,000 años de antigüedad.
Al ver el aspecto de la osamenta se pudo comprovar que no es reciente, y podría tener mil años de haber sido sepultado, de acuerdo a los medios de la localidad.
La cabeza del esqueleto aparentemente reposaba en una almohada de piedra, por lo que se deduce, que era un personaje importante a quien le rindieron tributos especiales.
En 1994, los jóvenes investigadores Jorge Yánez y Desiderio Reyes, encontraron las Calaveras Luminosas y comunicaron tal acontecimiento, al Instituto Hondureño de Antropología e Historia, y las cuevas de Talgua se convirtieron en un importante centro turístico nacional.
Las Calaveras Luminosas, no han sido mostradas en el país, sin embargo hay versiones que señalan que si se han mostrado en el extranjero.

MISTERIOS Y LEYENDAS DE TALGUA Y SUS CAVERNAS

CATACAMAS, Olancho.- Los mitos y supersticiones de los más antiguos pobladores de esta ciudad confirman los cotejamientos de científicos que estudiaron la civilización de Talgua, hoy por hoy el enigma más importante de los primeros pobladores de la América india.

De voz en voz trasciende la leyenda sobre esta civilización que depositaba sus muertos en las oscuras cuevas mediante rituales ruidosos, ancestral tradición de nuestros antepasados, expuso un cacique de la tribu Tawahka durante un encuentro étnico celebrado en Catacamas.

Fueron esas sus costumbres y quienes torcieron sus creencias fue la Iglesia Católica luego del arribo de los colonizadores europeos, quienes impusieron a los nativos que los muertos tendrían que enterrarse y colocarles una cruz sobre su tumba.

La historia de esta civilización cuenta que los entierros en cuevas representaba mucha importancia porque los indígenas creían que por el hecho que las cavernas penetraban la tierra, eran entradas al inframundo donde residen las almas de los muertos y colocarlos en las cuevas aceleraría ese viaje y aseguraría que el alma de los muertos no deambulara perdida entre el mundo de los vivos.

Los indios de Mesoamérica creían que los dioses que controlaban la fertilidad de las plantas vivían en la tierra y que la lluvia era un fenómeno terrestre, no celestial, que las nubes y relámpagos se formaban en las cuevas antes que los dioses los enviaran al cielo como una conexión entre el cielo y la tierra, entre lo natural y sobrenatural.

Los sepulcros de personas, según establece la información del Museo de Talgua, era en pequeños bultos de manta de algodón amarradas antes de ser llevados a las cuevas.

La leyenda establece desde formidables escuelas de brujería, localizadas a escasos kilómetros de la población de Talgua. Allí están "La Pintada", una piedra donde están esculpidos los rostros de quienes supuestamente fueron los jefes de los hechiceros de la zona.

Arriba, en el gran cerro "Miramar", donde se estableció una piedra de sacrificios de niños para ofrendarlos a los dioses para que enviara la lluvia, la que entre más llanto arrancaban del infante el invierno sería más copioso y duradero.

MUJER LLORONA

Cuentan los vecinos que por las noches brama un feroz toro, cuyos berridos se escuchan por todo el valle de la riberas del río Talgua. Igual en la localidad de La Unión, próximo a la hacienda de don "Changel" Moya, el llanto de una mujer reclamando a su hijo se escuchaba a medianoche.

La Llorona recorre río arriba y sus gritos se pierden en las oscuras "cavernas", relató en su oportunidad un grupo de pobladores, entre ellos el regidor municipal, profesor José Manuel López Muñoz, y el dirigente campesino José Bú. "Y no es cuento porque toda la comunidad se agrupaba a escuchar a la extraña llorona", manifestaron.

El enigma de las cuevas de Talgua trasciende y se guarda desde hace 500 años, aún muchos misterios se ocultan sin trascender al público.

Meses anteriores, la ex directora del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, doctora Olga Joya, en su administración despidió a Marcelino Nieto, vigilante de las enigmáticas cuevas cuando reveló que en ese lugar se escuchaban voces y la presencia de fantasmas, pero nunca permitió que circulara tal noticia por el prestigio turístico del lugar, hoy convertido en parque arqueológico.

La población que floreció aquí fue una de las primeras civilizaciones de América, establecida en los valles olanchanos 900 años antes de Cristo, apartadas a la orilla del río Talgua cristalino y ruidoso a su paso, a 7 kilómetros al noreste de la ciudad de Catacamas, al final de la cresta de Agalta, donde los investigadores excavaron por varias semanas.

Los primeros cotejamientos científicos donde vivió la población destacan que restos de casas y fogones se encontraron en una ubicación geográfica de la frontera tradicional entre las dos áreas culturales más grandes y reconocidas de América, la Mesoamericana y la Andina.

En una especie de colina queda confirmada la existencia de una colonización prehispánica de 3,000 años a C a 500 años d C.

HISTORIA FASCINANTE

Los estudios científicos de James Brady (antropólogo), George Hasseman (arqueólogo) y John Fogarty (espeólogo), definen que con más estudios en esta área pueden ayudar a revelar cómo los pueblos del pasado pudieron sobrevivir entre las influencias de dos culturas en dos continentes.

En el lugar se encontraron más de 100 estructuras con plataformas rectangulares, entre 3 y 5 metros de altura, rodeando plazas rectangulares con grupos bien identificados.

Una historia fascinante y encantadora envuelve esta área cubierta por coyolares, donde en cada uno de estos rimeros había una casa cuyos moradores conocían y utilizaban perfectamente el fuego.

Dedicados a la cacería, su principal dieta derivada del maíz y yuca, calles completamente definidas y claramente utilizaban bien el agua que acarreaban a través de canales hasta sus viviendas y también utilizaban para humedecer sus cultivos.

Talgua fue de los primeros pueblos de América, dijo el científico Jim Brady, tomando como base la edad de la misma cuando se desarrolla aquí la población se formaba también la del bíblico Abraham, en el viejo mundo.

Cómo vivieron, en qué dios creían y cómo murieron, son las preguntas sin respuesta de una raza de un pasado milenario.

Las bóvedas especiales para momias que simbolizaron los monarcas del territorio eran llevados con todo y sus riquezas, se les enaltecía con objetos de valor como sus receptáculos de arcilla, obsidiana y otras prendas.

En los osarios se encontraron 23 depósitos de restos humanos; en la cámara principal 200 enterrados y petrificados entre piso y pared de piedra. Estos osarios, donde se descubrieron las calaveras brillantes, similar a un tabernáculo donde se invocaban adoraciones, consta de una entrada principal.

LEYENDAS INQUIETANTES

Luego nos guiamos a un pasaje hasta llegar a una forma de cripta alta, de aproximadamente 15 metros, acreditada como "la catedral", otro como el "árbol del niño", un sitio dedicado a la idolatría y cultos.

El recorrido de 500 metros es hermoso y sugestivo; en las afueras del lugar está el "Museo de Las Cuevas", donde el visitante puede apreciar variedad de jades, calaveras deslumbrantes, vasijas pre hispánicas, motivos típicos y atrayentes apeaderos.

Talgua es un lugar donde la leyenda rima el pasado inaccesible de nuestra raza, un santuario de universo inexplorado, para disfrutarlo hay que visitarlo.

Es un mundo sobrenatural donde brotan las leyendas más inquietantes donde aún los vecinos del lugar ven boquiabiertos repentinas luminarias que brollan desde la tierra, se levantan e irrumpen en la medianoche en las cercanías del lugar.

RESEÑA HISTORICA

En abril de 1994, dos resueltos exploradores dejaron atrás al pequeño grupo que había decidido internarse en las profundidades de las Cuevas de Talgua.
Luchando contra la poderosa corriente subterránea, brazo del río Talgua, los aventureros avanzaron durante varias horas para llegar, finalmente, a lo que parecía un túnel de regulares dimensiones. Para su sorpresa, acomodados en diferentes sitios, se encontraban una gran cantidad de huesos humanos y cerca de dos docenas de vasijas.
El descubrimiento del cementerio dentro de Talgua pronto atrajo la atención de la ciencia. Investigadores nacionales y extranjeros se dieron a la tarea de desentrañar los secretos que ocultaban los restos humanos.
Talgua se encuentra en la sierra de Agalta. Geológicamente esta zona formó parte del suelo del mar de Esquías, durante la era Cenozoica, en el período Cuaternario, cerca de 1.8 millones de años atrás.
Cuando las placas tectónicas se levantaron, numerosas corrientes subterráneas quedaron atrapadas, buscando una salida. Con el paso de miles y miles de años perforaron las rocas, creando cuevas como las de Talgua. Esto nos explica su creación, pero, ¿cómo llegaron los esqueletos ahí?
En toda América, numerosos grupos indígenas precolombinos consideraban las cuevas como puertas naturales al mundo de los dioses y los muertos. Eran sitios sagrados y no era extraño que se usaran como puntos de adoración o cementerios secundarios.
Es decir, cementerios donde eran recolocados restos de personajes muertos, después de haber sido enterrados, primero, en otros sitios. Curiosamente, en Talgua, la mayor parte de huesos encontrados corresponden a cráneos y huesos largos, como los de las piernas y brazos.
¿Cuál era el pueblo que utilizó estas cuevas? No se sabe. Talgua está ubicada en las fronteras de dos grandes culturas precolombinas: Mesoamérica y la Cultura Andina.
Ésta era una zona de traslape, o como se le ha identificado, el Área Intermedia. Lo que sí se sabe es que era una sociedad estratificada, con un alto grado de refinamiento estético.
Esto se pudo determinar gracias a la riqueza y variedad de ofrendas encontradas junto a los esqueletos. Además, estudios realizados en algunos de los huesos determinaron que no era el maíz la base principal de la alimentación, algo que se acerca más a los patrones de Sudamérica.
Sin embargo, lo que más atrajo la mirada de los estudiosos fue el brillo que reflejaban los huesos al ser iluminados. Pronto se descubrió que los mismos estaban cubiertos por siglos de calcita, mineral disuelto de la roca por el agua y que sirvió para proteger y conservar las osamentas. Además, sirvió para que ahora recibieran nombres populares como "Las calaveras brillantes de Talgua".
Cuando tenga suficiente tiempo, querido lector, dé una vuelta por el lejano Olancho y venciendo los temores naturales, intérnese en el parque eco-arqueológico las Cuevas de Talgua.
Bien iluminado y con una temperatura muy agradable, la visita le mostrará la Honduras de los primeros tiempos.

lunes, 11 de julio de 2011

UN BREVE RECORRIDO

UN BREVE RECORRIDO

Vista parcial del área conocida como ¨La Catedral¨.

En el tramo de casi medio kilómetro ,habilitado para ser visitado se pueden observar infinidad de formaciones rocosas con figuras diversas. Dentro de la cripta el visitante da rienda suelta a su imaginación. Abundan las estalactitas y estalagmitas creadas por la pérdida de agua ácida que disuelve la roca caliza. Está "la catedral", llamada así porque supuestamente los antepasados la usaban como un lugar sagrado donde preparaban los huesos para luego depositarlos en el interior de la cueva.

El techo elevado la estalactita y estalagmita hacen imaginar un templo. Ell sonido del agua se hace más fuerte en algunos tramos, lo que explica que hay una cascada "atrapada" entre las rocas. En otro sector de la cueva, bajando gradas y a 500 metros bajo tierra está la cámara ritual o cementerio. Algunas de las osamentas han sido preservadas por una capa de calcio resplandeciente, depositada por casi un milenio por el agua que todavía se filtra por las paredes de piedra caliza de la cueva.

Este es el fenómeno luminoso que encierra las cuevas de Talgua: los cristales de calcita brillan a la luz, dando lugar al nombre de “Calaveras Luminosas”. Se ha logrado determinar en el laboratorio que las osamentas encontradas en el interior de la cueva de Talgua datan del año 1000 antes de Cristo . Parte de la historia puede encontrarse en el Museo instalado afuera de las cuevas, como parte del centro de atenciones para los visitantes ecoturísticos.

¿ QUIENES SON ?


Calaveras luminosas de Talgua.

Quiénes son lo habitantes de estas cuevas, continua siendo un misterio para los diferentes equipos científicos que lo siguen investigando. Los huesos hallados hace diez años habían sido enterrados bajo tierra y desenterrados cuando la carne se consumió y se colocaron en una parte oculta de la cueva. Aparentan ser personas de linaje, cuyos huesos apilados fueron guardados en bolsas, para que no volvieran al mundo de los vivos.

Se ignora a qué grupo étnico pertenecen los , pero podrían ser de las etnias Pech, Tawahka, Lenca o Tolupan, habitantes pre-colombinos de las zonas adyacentes.. Sin embargo, los análisis realizados a los 200 cadáveres hallados, demostraron que no consumían maíz, la base alimenticia por excelencia entre los grupos pre hispánicos , presumiéndose que se alimentaban de raíces como la yuca. Es el primer caso con estas características que se descubre en Honduras. Por otra parte, los huesos indican que se trataba de gente excepcionalmente alta, de 1.79 metros, y más sana que las poblaciones indígenas de su época.

Olancho está sobre la frontera entre las dos zonas de la cultura americana: la mesoamericana y la andina. Esta región de Honduras es la confluencia de las herencias ancestrales lingüísticas, arqueológicas y antropológicas de esos grupos étnicos. Los antropólogos no conocen de ningún patrón como los hallados en el osario de Talgua .

Los sepulcros de personas, según establece la información del Museo de Talgua, era en pequeños bultos-bolsas de manta de algodón amarradas antes de ser llevados a las cuevas. Las leyendas hablan de escuelas de brujería, localizadas a escasos kilómetros de la población de Talgua. Está "La Pintada", una piedra en la que se aprecian los rostros esculpidos de quienes supuestamente fueron los jefes de la zona. Arriba está el cerro "Miramar", donde aparentemente se estableció una piedra de sacrificios y ofrendas para los dioses.

UNION ESPELEOLOGICA DE HONDURAS


Jorge Yañez Fernández , durante una de sus expediciones científicas en las cuevas.

En las investigaciones del Proyecto de Talgua ha trabajado un equipo de especialistas de varias universidades de Estados Unidos de América(USA) como el Departamento de Antropología de la Universidad George Washington y el Departamento de Antropología de la Universidad de Chicago y expertos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia ( IHAH).

Del 8 al 12de abril de 2006, en el Parque Eco Arqueológico las Cuevas de Talgua, se llevó a cabo el Primer Congreso Centroamericano de Espeleología. Talgua fue elegida como primer centro oficial del congreso por su importancia como área cárstica y por la fundamental presencia del grupo de personas dedicadas a la espeleología.

Durante este evento , el espeleólogo hondureño Jorge Yanes hizo la presentación de “LA ESPELEOLOGÍA EN HONDURAS” como parte del trabajo de la Unión Espeleológica de Honduras, con sede en Catacamas,Olancho. Consiste en una nota sobre el descubrimiento arqueológico de la Caverna de Talgua en 1994, la fundación del Parque Eco- Arqueológico Cuevas de Talgua en 1996 y el surgimiento del primero grupo espeleológico de Catacamas que dio origen a la Unión Espeleológica de Honduras (UEH).

Por último se menciona el agradecimiento al Grupo Espeleológico Anthros por el apoyo a la UEH en el desarrollo de la espeleología en Honduras y la capacitación de sus miembros. Recientemente, Yanes fue electo como Primer Secretario de la Federación de Espeleología de América Latina y el Caribe( FEALC).